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Jorge Alacid

Línea de puntos

En busca del tiempo

Escena de un pleno del Parlamento de La Rioja, en marzo del 2018. Foto de Justo Rodríguez

«El tiempo es una ilusión» (Albert Einstein)

 

Cuando el presidente del Gobierno de La Rioja resumió en La Fombera sus tres años de mandato, apabulló a la prensa allí convocada con un contundente dossier donde reunía su personal visión de ese trienio en el Palacete. Era por supuesto una visión interesada: en política, todas lo son. De modo que en esas páginas descollaba la fotografía de su gestión donde José Ignacio Ceniceros y su equipo salen más favorecidos. Las sombras, avisó el propio presidente a los periodistas, deberían buscarlas ellos solitos. O en compañía de la oposición. Lo cual tiene sentido, desde luego. Y no era complicado: en esos mismos folios se contenían los capítulos de la actividad gubernamental más enojosos. Tal vez porque se les colaron a los encargados de elaborar el dossier. Tal vez porque no les parecería que admitieran una lectura crítica. Alejada de sus intereses.

Por ejemplo, la mejorable inversión por cabeceras de comarca, incluyendo Logroño. Otro ejemplo: Ceniceros alardeó ante los medios de comunicación de que su Gobierno había promovido 17 leyes desde el 2015, una cifra que le invitaba a enorgullecerse pero que en realidad refleja un pobre dinamismo legislativo. Una cifra en realidad errónea, corregida por el propio Parlamento: han sido 18. Aunque debe tenerse en cuenta que sólo el Presupuesto y la ley de Acompañamiento son dos textos que el Ejecutivo está obligado de saque a enviar a sus señorías en cada ejercicio, de modo que restando esas seis leyes, el conjunto del paquete legislativo se reduce a 12. Apenas 12 leyes en tres años no parece un balance que invite a la satisfacción. Salvo que el nivel de exigencia se sitúe muy bajo. Bajísimo.

Por mencionar ejemplos recientes, de este mismo curso político, si la reanudación de sesiones no lo impide el 2018 se cerrará con apenas otras dos leyes alumbradas por sus señorías, más allá de las presupuestarias: la ley de medidas a favor de las víctimas del terrorismo y la ley para la protección, difusión y promoción de la tauromaquia. Cierto que la actividad en el Legislativo se extiende más allá de la producción normativa, pero no parecen resultados como para enorgullecerse. Sobre todo, si se compara con el año precedente, cuando salieron del Parlamento ocho leyes. Tampoco hace falta ser Pitágoras para alcanzar otras conclusiones: que el nivel de actividad fue muy mejorable en los dos primeros años de mandato del gabinete Ceniceros y que este 2018 tiene pinta de cerrarse con resultados similares a esa magra aportación legislativa. Lo cual aumenta la gravedad de la imagen resultante: porque ya queda menos tiempo para culminar lo prometido. Y porque parece difícil, como el propio presidente admitía en La Fombera, que en medio del fragor electoral sus señorías se activen como debieran para sacar adelante, entre otros compromisos, tres reformas nucleares para la vida política de La Rioja: la del reglamento de la Cámara (que dotaría de mayor rigor y dinamismo a las sesiones), la de la ley electoral (que amenaza con provocar un seísmo en el futuro recuento de votos) y la del Estatuto. La reforma que siempre se espera pero que nunca llega.

Aunque algo se ha avanzado. Al menos PP y Ciudadanos ya tienen acordada su propuesta de reforma ante el Parlamento, lo cual tampoco garantiza el éxito en su tramitación ni asegura en consecuencia su aprobación. Desde luego, está todavía más lejos su entrada en vigor, porque aunque contara con el plácet de los diputados riojanos debería pasar a continuación por el requisito de enviar a las Cortes el texto legal, esperar su devolución desde Madrid (quién sabe si con alguna corrección), someterse luego al resto del itinerario legislativo… Nuestro Parlamento siempre necesita tiempo: mucho más tiempo. Que deberá buscar con urgencia.

Porque para cuando semejante laberinto burocrático concluya, muy bien pueden estar convocadas las autonómicas del 2019. Ocurre que aunque parezca que sus señorías se apresuran, y andan sudorosas de fatiga en fatiga, en realidad hasta septiembre no volverán a la actividad: ocuparán su verano incumpliendo la recomendación de su propio Parlamento, que les sugirió una presencia más contenida en procesiones, romerías, misas y demás actos festivos que ponen cada año a prueba el carácter aconfesional del Estado al que sirven. También pueden aprovechar las largas siestas de la canícula para reflexionar sobre la calidad de su desempeño: porque sólo en el presente ejercicio el Presupuesto del Legislativo supera, luego de tantas idas y venidas que aspiraban a aumentar su dotación, los cinco millones de euros.

De donde se deduce que resulta más fácil por el Parlamento encontrar antes el dinero que el tiempo.

 

LA LETRA PEQUEÑA

Otra cara nueva en Delegación… José Ignacio Pérez sigue forjando su equipo en la Delegación de Gobierno. A los nombramientos acordados nada más tomar posesión (Sara Orradre, Mamen Fernández, Francisco Javier Ibáñez) acaba de sumar esta misma semana otra incorporación: la de Nelia Ortigosa, una dirigente de su partido más bien ajena a la opinión pública. Ortigosa, técnico superior en administración comercial, ejercía hasta ahora como concejal socialista en Herce y ha sido también miembro de la ejecutiva de Arnedo. En Delegación ocupará el cargo de jefa de Secretaría.

…y otra en el Gobierno riojano

También el otro edificio del Espolón donde reside el poder político dispone de sus propias novedades en materia de personal. Al gabinete de Presidencia se acaba de incorporar María Sandra Vallejo como auxiliar administrativo, según detalla la web gubernamental y confirman responsables de comunicación del Palacete. Que además aclaran que la plaza que ocupa Vallejo desde hace «unas semanas» estaba pendiente de cubrir. Con su llegada, el staff se compone de 15 personas, incluyendo dos conductores y cinco subalternos (dos, a media jornada).

Un repaso a la actividad política de La Rioja (y resto del Mundo)

Sobre el autor

Jorge Alacid López (Logroño, 1962) es periodista y autor de los blogs 'Logroño en sus bares' y 'Línea de puntos' en la web de Diario LA RIOJA, donde ocupa el cargo de coordinador de Ediciones. Doctor en Periodismo por la UPV.